En 2019, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fue responsable de casi el 30% del total de emisiones de CO₂ del sector eléctrico en México, y del 17% del total nacional, según datos del propio Plan de Negocios 2022–2026 de la CFE. Estas cifras reflejan el impacto ambiental que representa la generación de energía eléctrica en nuestro país.

Aunque estas emisiones provienen de múltiples fuentes de generación, es importante destacar que una parte significativa de esa electricidad se destina al consumo habitacional. Es decir, a los hogares, donde día a día utilizamos aparatos eléctricos y electrónicos como refrigeradores, televisores, cargadores, lámparas, aires acondicionados, entre otros.

Estos dispositivos son indispensables para nuestra vida diaria, pero ¿qué ocurre cuando los dejamos encendidos sin utilizarlos? Más allá del gasto económico que esto representa, existe un impacto ambiental que muchas veces pasamos por alto.

El costo ambiental de la energía mal utilizada

Cada vez que dejamos encendido un aparato sin estar en uso, estamos desperdiciando energía que ya implicó un costo ambiental para ser generada. En otras palabras, si ya se emitió CO₂ para producir esa electricidad, el hecho de no aprovecharla conscientemente nos convierte en cómplices indirectos de una contaminación innecesaria.

Además, existe otro factor importante: el desgaste prematuro de los dispositivos. Usarlos sin necesidad o mantenerlos activos sin supervisión puede reducir su vida útil. Esto nos lleva, eventualmente, a reemplazarlos y, por lo tanto, a generar una nueva huella ambiental relacionada con su fabricación, transporte y disposición final.

No es solo en casa… también en alojamientos temporales

La conciencia sobre el uso eficiente de la energía no debe limitarse únicamente a nuestro hogar. También es fundamental aplicarla cuando nos hospedamos en hoteles, casas de renta amuebladas o espacios temporales como los ofrecidos en plataformas tipo Airbnb. Aunque los aparatos no sean nuestros, la responsabilidad ambiental sí lo es.

Cada acción cuenta: sé parte del cambio

Hoy más que nunca, nuestro planeta necesita de pequeños cambios que sumen grandes resultados. Apagar los aparatos que no estés utilizando es una acción sencilla, pero poderosa. Al hacerlo, no solo ahorras energía y cuidas tus equipos, sino que también contribuyes a reducir la huella de carbono generada por su uso innecesario.

Te invitamos a ser parte de una cultura más consciente y respetuosa con el medio ambiente. Porque cuidar el planeta también comienza con acciones tan simples como apagar la luz al salir de una habitación o desconectar el cargador cuando ya no se está usando.

Juntos podemos hacer la diferencia.


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